Cada año, los cazadores furtivos en Nicaragua y de otros países esperan la noche para ir a las playas donde están los huevos de las tortugas marinas, que están en peligro de extinción. Los traficantes rápidamente roban estos huevos y los venden en el mercado negro a un precio muy bajo, lo que contrasta con la realidad de Estados Unidos o China, en donde uno de éstos se p...
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