sábado, 31 de octubre de 2015

Era el único niño católico de su pueblo en China y se reían de él: a los 7 años supo su vocación

«Mi padre escondía la cruz de casa bajo su sombrero» En China los católicos fieles a Roma sufren arrestos, sesiones de reeducación, destrucción de iglesias, prohibiciones de actividades religiosas, multas y ordenaciones episcopales ilícitas. Es la historia de una fidelidad sin límites. El padre Miguel es uno de los doce millones de católicos del gigante asiátic...

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