La cristianización de Asia y de China la iniciaron y la impulsaron principalmente los jesuitas, y es ahora, cinco siglos después, cuando un Papa jesuita ha confesado sin ambages que, si por él fuera, "estaría en China mañana mismo"; declaraciones que no ha dudado en comunicar al presidente Xi, al que ha invitado a visitar el Vaticano en un gesto sin precedentes.
etiquetas: china, beijing, pekín, religión, francisco, jesuita, acercamiento
noticia original (revistacultural.ecosdeasia.com)